Diario Zombi

- El nuevo diario zombi -

jueves, 28 de abril de 2011

Capítulo 25 - Descifrando internet (Miguel)

Día 44 (madrugada): Hola Alberto, siento de verdad lo que ha pasado con la niña, ha tenido que ser muy duro. Si matar a un zombi es algo horrible, no me puedo hacer a la idea de cómo ha de ser acabar con la vida de una pequeña que aún no se ha transformado, de todas maneras, creo que has hecho lo correcto. Yo no sé si habría tenido valor de hacer algo así. 

Entiendo que sospeches de mí, en pocos días te he dado muchos datos. Lo único que te puedo decir, es que antes de que sucediera todo esto, era, digámoslo así, un informático algo fisgón y gracias a eso, he podido localizar la información que puedo seguir ampliándote. Obviamente la búsqueda no fue tan fácil como poner en google "wikileaks zombis". La gente como yo tenemos una serie de herramientas informáticas para que de una simple pista, podamos tirar del hilo. 

Como en esta locura de mundo no sé si mañana estaré vivo o muerto, no me importa explicarte un poco lo que hice. Google, al igual que cualquier otro buscador, no muestra el 100% del contenido que hay en internet, cuando buscas algo, hace un barrido de aproximadamente el 10% del contenido de internet, y no porque google no sea una herramienta potente, sino porque si alguien no quiere que lo encuentres, te aseguro que no aparece en el buscador, si fuera tan sencillo, no existiría (o existió) un departamento informático en las fuerzas de seguridad del estado.

Internet es como un gran océano del que se desconoce la mayoría de su contenido, pero yo puedo encontrar pistas y a partir de ahí, sé encontrar la información. Casi siempre, la información viene encriptada (o cifrada, como dirían los puristas) con sistemas muy potentes como el PGP, y a veces viene en lenguajes tan poco intuitivos como el ruso y el chino, y a mí sinceramente, justo me viene el inglés, así que una vez descifrada la información, luego toca traducirla. Además, no creas que la información viene perfectamente ordenada y de vez y que se puede descifrar toda en su totalidad, lo normal es que aparezca todo bastante enmarañado.

En fin, te he contado todo este rollo para que confíes en mí. Yo no he sospechado que el mundo se acababa hasta hace poco más de un mes y por cierto, me has dejado preocupado con lo que me has contado de que si compartimos según que información podemos acabar mal. No sé, es algo contradictorio, yo descubro que esto se ha ido de las manos, por lo que supongo que muchos de los que estaban detrás del experimento también han sufrido las consecuencias, y tú me dices que hay una mano negra detrás a día de hoy. La verdad, no lo entiendo, y tampoco entiendo cómo has podido hacer un viaje tan largo de ida y vuelta...

Por otro lado, apenas he conseguido sacar más información, la electricidad está haciendo que ralentice mucho mi investigación, el proceso de descifrado es muy costoso, hay información codificada de tal manera que si yo intentase probar todas las posibles combinaciones (por fuerza bruta), ni en una vida lo conseguiría (acaso que tuviese un ordenador cuántico), por lo que hasta que no saque algo más en claro, prefiero no ampliarte la información. Supongo que voy a tener que irme de aquí, necesito electricidad y sobre todo, necesito saber qué está pasando. 

Respecto a los mensajes del contestador hay algo esperanzador. La madre de mi novia que vive a las afueras, llamó el mismo día que se produjo la explosión, aunque nadie atendió la llamada. Te voy a transcribir los mensajes que ha ido dejando hasta que me quede sin batería:

Día 1 (19.00 h)
- Sofía, cariño, ¿dónde estás? No te localizo, sabes que odio hablar con estos cacharros... Estoy preocupada por ti, ha habido una fuerte explosión en una fábrica de las afueras de la ciudad. Por favor, en cuanto oigas este mensaje llámame. -

Día 2 (8.00 h)
- Coge el teléfono, por favor. En tu móvil me sale que estás con el teléfono apagado o fuera de cobertura. -

Día 2 (15.00 h)
- Hola cariño, tengo la esperanza de que escuches mis mensajes, así que mientras pueda te los iré dejando. Me han llamado tus tíos, dicen que está la ciudad patas arriba y me han pedido venirse aquí. Por lo visto lo de la explosión ha sido algo muy gordo. Esperemos que no sea como el desastre nuclear de Japón... En un rato llegarán a casa. -

Día 2 (18.00 h)
- Hola de nuevo, te llamo desde el hospital. Un loco que iba por la calle... ¡Ha mordido a tu tío Fran! La herida es bastante profunda y no tiene buena pinta. Al rato de ingresar tu tío, tu tía y yo, hemos visto que trasladaban a un agente herido en el cuello y al mismo psicópata (por lo que me ha contado tu tía) que le atacó, lleno de sangre y atado en una camilla. Esto es una pesadilla, el psicópata parece completamente ido, tiene los ojos en blanco, está pálido y su sangre no es roja, es negra. Parece más muerto que vivo. Todo esto es muy extraño... Te tengo que dejar -

Me estoy quedando sin batería, en cuanto pueda sigo. No desconfíes de mí y sobre todo, no pierdas la esperanza de encontrar a tu chica con vida, te puedo adelantar que... (sin batería)

miércoles, 27 de abril de 2011

Capítulo 24 - La niña (Alberto)

Día 43 (madrugada): Hola Miguel, la verdad que llevo unos días sin parar, pero bueno, ya he llegado a mi ciudad. Encontré a una persona con vida y a una chica pequeña que presentaba un mordisco y principios de contagio. Llevo días dándole vueltas a todo esto. La persona que encontré era un hombre de unos 40 años, se llama Pedro y era el padre de la chica infectada. Estuve hablando con él, y al igual que yo, teníamos profesiones muy parecidas. Sé que sabía más de lo que decía, al igual que cuanto más tiempo pasaba, sabía que su hija se acabaría convirtiendo en uno de esos seres. La maté Miguel, a sangre fría. Por la noche empecé a escuchar a una persona que se arrastraba hacia mí y su sonido era devastador, me dio tiempo a encender la linterna y ver que se trataba de la niña. Todavía no estaba convertida, pero era cuestión de horas o minutos, miré a su padre que también la estaba observando, saqué mi pistola, él me miraba y me decía que no, pero yo disparé contra la niña, su sangre aún era como la de cualquier humano, pero ella no era humana.

Luego no estoy seguro de lo que pasó, pero el hombre se abalanzó sobre mí, me gritaba que por qué lo había hecho y yo no supe responderle. Me partió la cara y no reaccioné, no sentí dolor alguno, ni piedad por esa persona. Lo que hice, lo hice por todo lo que sé y porque no quería que esa niña pasara por eso.

Cuando logré que Pedro se calmara, fui a hablar con él y entendió lo que estaba pasando. Esa noche en el centro comercial donde estábamos escondidos, acabamos tomando tequila en uno de los bares y fumando hasta el amanecer, ¡cómo lo echaba de menos! Con la información que compartimos, supe, que debía de volver a mi ciudad. Pedro me ha dicho que igual escribe, aunque me temo que con la pérdida de su hija, igual no quiere estar conectado con los pocos humanos que aún existimos. 

Ahora ya he vuelto, por eso llevo unos días sin escribir. Volveré a la fábrica para ver si lo que me dijo esa persona es real, porque si es así... Creo que todos escondemos algo, un secreto que no sé si podremos desvelar.

Perdona si no he hecho caso antes a la información que me has dado, pero aún estoy un poco en estado de shock por lo de la niña. Lo que me has contado Miguel, me ha dejado haciéndome varias preguntas. Primero de todo decirte que como bien supones, yo no trabajaba con esa información, efectivamente era un soldado destinado a una de las fábricas de R.C. (¿qué raro verdad? Usar medios públicos para preservar los bienes de una empresa privada) y vigilaba las instalaciones, pero no tenía nada que ver con esos temas. Ahora bien, sinceramente, creo que tú sabes más de lo que yo o que cualquier otra persona pudiera esperar y me tienes intrigado y creo que sabes más de lo que dices. Al igual que yo, tú también tienes información que aún no puedes desvelar, ¿verdad?

Respecto a nuestras parejas. Me alegro de que tengas señales de vida de tu novia, eso significa que puede estar viva. No me gusta pensar en que la mía lo está, si es así y la encuentro me llevaré una gran sorpresa, pero sinceramente lo dudo mucho.

Creo que deberíamos encontrarnos y cara a cara hablar de lo que sabemos, ya que como bien sabes, o eso espero, hay personas que leen esto pero no pueden hablar. Mientras no digamos nada sobre el proyecto, no pasará nada, pero si algo se nos escapa... Un saludo Miguel, cuídate.

sábado, 23 de abril de 2011

Capítulo 23 - Liberando el Virus R (Miguel)

Día 39 (noche): Como te contaba antes de quedarme sin batería, que por cierto, sigo sin poder extenderme mucho por el mismo problema, el cable que leí de wikileaks dejaba todo muy claro. 

Un nuevo virus desarollado por una coalición de farmaceúticas extranjeras llamada Reawakening Corporation (a partir de ahora R.C. para abreviar), iba a ser probado en varios puntos de la población mundial. Por un lado se probaría en países pobres, con el consentimiento de sus sobornados dictadores, como no, y de los países que no hubiese consentimiento, como en algunos islamistas, serían llevados a la guerra inventándose cualquier excusa para la prensa internacional, como por ejemplo brotes de rebeldía y terrorismo y les liberarían el virus en medio del conflicto. 

Pero siendo conscientes de que si bien todos los seres humanos somos iguales, no lo es así nuestra genética (entre seres humanos tenemos un 0,5% diferente de genes). R.C. decidió pactar con algunos países de Europa endeudados, como España, Grecia, Italia o Portugal (los *PIGS) y con EE.UU para experimentar con algunas ciudades empobrecidas por la crisis, como Detroit o Kentucky, de manera que se pudiese estudiar como afecta el virus a las principales líneas genéticas del mundo. Había que involucrar a muchas empresas y organismos para poder cubrir el mayor número de vías de propagacion posibles.

El plan constaba de dos fases, la primera era liberar el virus y la segunda liberar un activador experimental, pero eso te lo cuento más adelante.

R.C. acordó con los diferentes países enfermar a la población a través del aire, agua del grifo y algunos alimentos con un nuevo virus llamado, Virus A Modified, en honor a la modificación de la gripe A, lo describían como "poco agresivo pero de consecuencias molestas". Los síntomas eran similares a los de una gripe común aunque lo suficientemente molesta para causar el pánico entre la gente y así asegurarse de que ellos venderían sí o sí un remedio que curaría a la población y enriquecería a R.C. y a los países y empresas adheridas al plan de experimentación, a costa, claro está, de jorobar algunas miles de vidas. Hasta aquí un buen plan, ¿no?

El problema es que como bien sabes, R.C. ocultó información ya que el virus no era una simple gripe modificada, ocultaba una cepa experimental que necesitaba de un activador. Aunque los principales presidentes y mandos del ejército disponían de la información confidencial con los verdaderos síntomas, la mayor parte de políticos y empresas vinculadas fueron engañados por R.C., aun así ¿por qué se descontroló todo? Muy sencillo, esos países islamistas que no quisieron colaborar, estaban al tanto de las intenciones de R.C. (aunque no de las verdaderas) pues previamente habían intentado pactar con ellos, y cuando EE.UU y Europa enviaron tropas para controlar unos supuestos brotes de rebeldía, los islamistas entendieron la provocación y decidieron combatir no sólo de frente, sino con una clara estrategia, hacer estallar todas las instalaciones de R.C. donde se estaba experimentando con el virus.

Estando el Virus A.M. aún en fase de experimentación, soldados islamistas se distribuyeron por las diversas fábricas del mundo, como en la que tú trabajabas, pusieron bombas y las hicieron estallar sin ser conscientes de lo que se iba a liberar. Lo que en principio se convirtió en celebraciones por parte de su pueblo, pronto se convirtió en la mayor crisis que ha conocido la historia de la humanidad, ¿pero era R.C. consciente de lo que tenían entre manos? La respuesta es un "No" a medias. Aquí es donde llega la fase 2.

R.C. estaba experimentando con un activador de la cepa oculta del Virus A.M. que lo convertiría en el Virus R, haciendo la R referencia a la letra Gamma, que es la tercera del abecedario griego y que a su vez hace referencia al tercer día en el que resucitó Jesús, ¿enrevesado, verdad? R.C. había descubierto que el Virus R daba la inmortalidad pero los sujetos perdían la conciencia y se volvían agresivos, así que estaban experimentando como controlarlos y crear un ejército perfecto, pero con las explosiones y el Virus R descontrolado... En sus investigaciones habían descubierto que el Virus A.M. podía mutar a R, pero por lo visto sólo se activaba el R cuando A.M. había infectado completamente a un sujeto, y sólo aparecía la modificación en unos pocos individuos, por eso querían experimentar con todas las razas y de manera masiva, para asegurarse de ver algunos brotes del Virus R. El problema es con las explosiones se liberaron el virus más el activador por todo el mundo, infectando aire, agua y comida por todos lados y el resto ya lo conoces. No todo el mundo nos infectamos con la explosión pues como he dicho, no afectaba a todos los sujetos. Pero lo que R.C. no sabía, es que si eres mordido por un sujeto infectado con el Virus R o entras en contacto en alguna herida abierta con sus fluidos, estás perdido. El resto de información está muy difusa, creo que R.C. sigue con sus investigaciones y por eso tú leíste lo de las diferentes fases de los zombis, pero claro, eso ya ha tenido que ser a posteriori, y lo que no sé es si estarán buscando una cura, en fin, otra vez la codicia, con haberse quedado en la primera fase del experimento hubiesen ganado muchos millones, pero claro, poder crear un ejército inmortal, eso ya eran riquezas impensables.

Cambiando de tema, respecto al contestador tengo buenas noticias, he encontrado unos mensajes que me dan esperanzas de encontrar a mi chica de nuevo... ¡Y a más población! Te he de dejar pues estos microcortes hacen que no pueda cargar la batería del todo y que no pueda estar mucho con el portátil encendido. Espero noticias tuyas pronto.

*Del inglés "cerdos", es la forma despectiva de llamar a estos cuatro países de Europa del sur.

jueves, 21 de abril de 2011

Capítulo 22 - Como en una peli cutre (Miguel)

Día 37 (noche): Hola Alberto, estoy alucinando, ¿cómo has podido llegar hasta Madrid? Si somos de la misma ciudad, hay muchos kilómetros y de seguro es un trayecto muy peligroso. Joder, ojalá te hubiese dado tiempo a pararme, tuve que ser yo, vamos, mi coche no es que sea muy original pero dadas las circustancias... Dices qué has perdido la esperanza de encontrar a tu novia ¿por qué? La esperanza es lo último que ha de perderse (o eso dicen). Estoy intrigado por esa gente que crees que vas a encontrar en Madrid, ya me contarás, y por favor, cuida tu salud mental.

Lo que hice con el zombi fue una barbaridad, sin duda me tendré que armar. Ahora mismo no puedo escribir mucho, aquí no hay paneles solares y dependo de la energía eléctrica que va y viene y ahora mismo tengo la batería del portátil bajo mínimos. De lo que descubrí el otro día, te puedo decir que ha vuelto a ser la puta política parte de la causante de todo esto. Me imagino que la empresa en la que trabajabas era extranjera y estaba experimentando con un virus probablemente para usar en una guerra biológoca... ¡Joder! Si es que esto parece sacado de una película cutre de zombis, pero otra vez la realidad supera a la ficción. Estoy con un 2% de batería, pero te voy a adelantar que España ha permitido esto. Cuando sucedió la Segunda Guerra Mundial, como ya sabrás, Franco permitió a Hitler bombardear algunas poblaciones españolas para experimentar armamento, pues bien, para que España no fuese rescatada por Europa por la crisis y se convirtiese en una nueva Grecia, nos tuvimos que vender a los chinos, a EE.UU y a otros países y... (sin batería)

miércoles, 20 de abril de 2011

Capítulo 21 - Un nuevo destino (Alberto)

Día 36: Hola Miguel, entiendo todo lo que dices, de verdad... Y estoy de acuerdo con todo de internet y de la mierda de política que teníamos en este país. Estoy bien, pero he tenido algunos problemas y ahora mismo he tenido que viajar a Madrid porque creo haber encontrado a alguien allí. Te cuento.

Antes de nada, decirte o preguntarte algo. Me he quedado sorprendido cuando has dicho que tenías un Seat León, el otro día vi con vida a alguien e iba conduciendo un coche a gran velocidad. Me quedé paralizado, hace tiempo que no veía a nadie, pero no me dio tiempo a salir para que esa persona me viera. Si eras tú, creo que estábamos muy cerca.

Como te dije la última vez, estaba en un viejo hotel cerca de la fábrica, en él estuve descansando y preparándome para volver a ella. Una mañana en la conserjería del hotel, vi que había varios mensajes grabados, pero no sé hace cuánto tiempo que están allí. Los cuatro mensajes pertenecían a una pareja de Madrid y eran mensajes de ayuda y desesperación. Por eso no lo dudé y decidí irme hacia allá, puesto que tengo la dirección del sitio donde se esconden, además, necesito encontrar a alguien por el bien de mi cabeza.

He tardado en llegar ya que todo el camino, carreteras, gasolineras, etc. están destrozadas, así que tuve que cambiar de coche varias veces y enfrentarme a algunos zombis que encontré por el camino. Ahora estoy en las Rozas (Madrid) aquí no he visto más que un par de zombis, pero parece un sitio bastante tranquilo. No me voy a quedar mucho, hoy iré a la dirección que tengo para ver si aún están esas personas con vida, o alguna de ellas. ¡Ojalá encuentre a alguien! Sé que debo volver a mi ciudad, ir a la fábrica y recuperar ciertas cosas que me dejé. Por cierto, Madrid aún está más desbastado de lo que cabría imaginar, muchos edificios han caído, parece que una guerra se hubiera desatado aquí mismo.

De momento, sólo he visto zombis de fase 1. Supongo que también habrá de los demás, pero si no los veo mejor.

Así que me voy a poner a buscar a esa gente, tengo todo el día para ello y nada más que hacer. Me siento muy solo, cada día me agobia más esta situación. Tenemos que ser fuertes, lo sé, pero como ya sabes, no es nada fácil.
En fin, poco a poco iré acostumbrándome o me volveré más loco. Recuerdo que muchos ya me decían que estaba un poco mal de la cabeza, y seguramente tenían razón y acabe mal, aunque también he de decir que los que peor estamos de la cabeza muchas veces somos los más cuerdos (o eso prefiero creer).

Estoy cansado. Me voy a dar una ducha y me tomaré un café, por cierto, he encontrado un paquete de cigarrillos. Dios, ¡cómo los echaba de menos! Estas pequeñas cosas no sabía que podían hacer a uno tan feliz, así que saldré a la terraza con mi café y fumaré, mientras contemplo la mañana de primavera que ha salido hoy. Tengo que pensar, dar vueltas a mi cabeza, estar seguro de lo que tengo que hacer cuando vuelva y sobre todo recordar, recordar para no olvidar. Echo de menos tantos buenos momentos... hasta las ironías de alguna amiga, jajaja. Antes de irme, visitaré el Calderón, mi campo, mi equipo, mi Atleti. Ser del Atleti es como ahora, sufrimos siempre, pero todo merece la pena.

Me alegro de que te enfrentaras a ese zombi, pero joder, debiste de quemar mucha adrenalina para darle esa paliza. No es bueno que gastes tanta energía, tienes que acabar deprisa con ellos. Si acabas con ese tal y como lo hiciste y luego te vienen uno o dos más, ¿qué crees que pasará? Coge un arma y sé eficaz, canaliza tu energía. No puede pasarte nada, ahora mismo eres la única persona en el mundo que conozco, así que cuídate por favor.

Más tarde o esta noche, te escribiré y te diré lo que ha pasado. Si encuentro a alguien, si mato algún zombi... ¡Lo normal! Si puedo subiré algún trailer o corto mío, para ver si así me conoces de algo. Hablamos luego. Cuídate Miguel y encuentra lo que buscas, yo ya sé que lo he perdido.

martes, 19 de abril de 2011

Capítulo 20 - Mi primera batalla (Miguel)

Día 35 (madrugada): Hola de nuevo, se me hace raro que no hayas escrito, espero que vaya todo bien. Estoy a salvo pero aún estoy ordenando mis ideas. Al final, he tenido que precipitar mi escapada. Hace 3 días, mientras intentaba escribirte mis descubrimientos, escuché unos ruidos detrás de la puerta, como bien sabes. Me acerqué sigilosamente, pero ya no se escuchaba nada. Cuando alcancé la puerta, deslicé la mirilla y lo que vi, me dejó petrificado. Los ojos blancos de un muerto viviente estaban clavados al otro lado, no se movía, pero sí se oía el profundo y un tanto pitidoso sonido de su respiración. Un olor putrefacto se filtraba por las rendijas de mi puerta, mientras unas inesperadas arcadas, atormentaban con hacerme devolver. Estuve unos segundos paralizado sin saber qué hacer, estaba claro que no se iba a mover de allí y que cualquier sonido lo iba a alterar... Dios, estaba temblando. Con sangre fría, recordé lo de las manchas por el cuerpo, pude identificar que se trataba de un zombi en fase 1. Lo que en ese momento se me pasó por la cabeza no lo sabría explicar, sólo sé, que una euforia resultado del terror y de la adrenalina, me hizo abrir la puerta de golpe. El zombi soltó una especie de rugido al verme y se abalanzó sobre mí. 

Lo había hecho tan... sin pensar, que no tenía ningún arma a mano, así que de manera instintiva, en el momento que se me abalanzó, le solté una tremenda patada frontal (Mae geri en Karate), que le hizo caer al suelo. Me dirigí hacia él corriendo para impedir que se le vantase y le propiné patadas en el torso y diafragma, hasta que oí como se le partían varias costillas. Estaba completamente exhausto y me aparte unos 2 metros para observarle y descansar. A cualquier persona normal, le hubiese creado una lesión grave que le hubiese incapacitado por muchos meses, pero a este ser no. Como si nada le hubiese hecho, giró su cabeza hacia mí, me miró endemoniadamente y trató de ponerse de nuevo en pie... digo intentó, pues tal le vi las intenciones, le golpeé nuevamente con la pierna de manera muy violenta en la cara y tal cual caía golpeándose fuertemente en la nuca, pegué un salto y sin apenas darle tiempo a reponerse, con el talón de mi bota le golpeé con todas mis fuerzas en la cabeza partiéndole el craneo y desparramando parte de sus sesos y esa oscura sangre, por el suelo. Acto seguido me puse a devolver, la mezcla de estrés, mal olor y un desgaste total de mis fuerzas, hicieron que mi estómago no lo pudiera soportar más. 


Supongo que las buenas noticias son, que las artes marciales sirven, pero si esta es la resistencia fícica de un zombi de fase 1, prefiero no pensar en cómo son en sus siguientes fases... 

Como ya tenía casi todo lo que me quería llevar preparado, cogí las llaves del coche, mi portátil, los carteles que ya imprimí con la dirección del blog, cuchillos, víveres, ropa y alguna cosa más e improvisé un plan de escapada basado en uno que estaba acabando de perfilar. Mi primer plan era sencillamente, coger unos petardos que me quedaban de una celebración, y hacerlos estallar tirándolos por la ventana, pues el acceso al garaje está justo en la parte trasera de donde da mi terraza. De manera que, si los tiraba desde mi casa, alejaría de la entrada del garaje a los zombis y podría salir con el coche sin encontrarme a ninguno de ellos, pero la visita de mi vecino me había dado una idea para perfeccionar el plan. Cogí los petardos, estiré la mecha lo máximo que pude para que aguantasen lo máximo y no estallasen en el aire, arrastré al zombi por mi casa hasta la terraza, no sin antes tomar las medidas necesarias para no infectarme con su sangre, le enrollé toda la traca y lo eché como pude, por la terraza. Pensé que el olor de la sangre de uno de sus compañeros sumado al estruendo de los petardos, les atraería, y creo que acerté, salvo por uno.

Esta vez bajé las escaleras pitando hasta que llegué a la planta calle. Cuando llegué abajo, un nuevo escalofrío golpeó mi pecho. Ya no se veían zombis cerca de mi garaje, pero sí estaba el mismo que escuché gritar días atrás y que había tratado de darme caza en mi paseo en moto. Estaba inmovil al otro lado del portal. Me quedé paralizado sin saber qué hacer, si alcanzaba la puerta del garaje me vería y se volvería loco, si esperaba mucho tiempo perdería mi única oportunidad de salir con vida. La idea de enfrentarme a él estaba descartada pues era un zombi en fase 2, y viendo mi enfrentamiento con el de fase 1 y lo que tú me habías contado... Me armé de valor y me dirigí corriendo a la puerta del garaje, nada más llegar al portal, él me vió, pegó un grito tremendo y empezó a golpear violentamente la puerta, tenía un aspecto más demoniaco que el que había matado y un estado de putrefacción mucho más avanzado, y su violencia sólo era comparable a la de una bestia hambrienta.

La puerta del garaje estaba situada a unos 4 metros de las escaleras y a unos 2 metros del portal, te juro que jamás he sentido tanto pánico. Como pude, abrí la puerta que me conduciría al garaje, mientras bajaba las escaleras que me dirigían al mismo, dejé de escuchar los golpes. Apreté la llave de mi León para que abriese las puertas, tiré todo en los asientos de atrás e introduje la llave en el contacto. Recé porque el coche me arrancase, pues ya hacía semanas que no lo movía. Cuando giré la llave, el motor empezó a toser un poco sin arrancar. Pensé en cómo pude ser tan estúpido de no haberlo arrancado ni un solo día, pero tal cual pasaba este pensamiento por mi cabeza, el León arrancó como un animal furioso. Abrí la puerta del garaje, y vi, como ese zombi maniaco se dirigía corriendo hacia mí. Sentí muchísimo terror, pero la propia adrenalina me hizo arrancar de golpe y me dirigí embalado hacia él. Recordé que mi coche en ese momento, era mi único seguro de vida y que no podía jugármela atropeyándolo, pues si bien podría acabar con él, también es posible que reventase el radiador del coche y con eso haber firmado mi sentencia de muerte. Cuando estuve a menos de 2 metros de él, giré el volante hacia el lado izquierdo, lo golpeé con mi retrovisor derecho y la aleta izquierda del león contra la pared del garaje pero pude salir. 

Decidí volver al pueblo de mi novia, ya que la otra vez, no había visto nada ni nadie. Afortunadamente, en la guantera del León, llevaba las llaves de su casa, pues muchas veces nos íbamos con mi coche a pasar algunas noches y ya teníamos por costumbre dejarlas allí. Por suerte no tuve percances en el camino y todo estuvo tranquilo. El pueblo, es de esos que adoptaron la genial idea de hacer una conexión wifi para todos los vecinos, pese a la oposición de las telefónicas que ya no podían hacer negocio allí. Gracias a esa medida puedo volver a escribir y como puedes comprobar, el servidor funciona correctamente.

Como te decía más arriba, aún estoy ordenando mis ideas, he escuchado una serie de mensajes en el contestador que, sumado a la información que encontré en internet, ha creado en mí un cúmulo de datos que en este momento no te puedo explicar. Ahora respiro en paz, en breves te contaré cuanto sé, pero como te digo, necesito ordenar un poco más mis ideas para podértelo explicar. Escribe pronto.

sábado, 16 de abril de 2011

Capítulo 19 - Un cable (Miguel)

Día 32 (tarde): Hola Alberto, celebro que estés bien, de veras. Después de verte en las fotos estoy convencido de que te conozco, obviamente no del servicio militar o del ejército pues no me tocó acudir a las filas ya que era estudiante y me libré, pero sí me suenas de algo. Es probable que hayamos coincidido en algún evento, si has sido cortometrajista y como crees somos de la misma ciudad, no me extrañaría que hayamos coincidido en algún festival, aparte, si me dices que te suena gente del reparto de mi corto, las posibilidades se incrementan. Por mi parte, tengo más trabajos publicados pero, ironías de la vida, al único al que me ha permitido acceder YouTube es uno de los pocos que hice de temática zombi.

Tengo algo importante que decirte. Ayer, mientras acababa de finiquitar mi plan de escapada, me dio por intentar rastrear cualquier pista por internet acerca del holocausto zombi, la mayoría de resultados que me devolvía google, eran páginas fantasma, pues tal vez el gobierno español, al igual que ya hicieran los chinos en otra época, como otros regímenes dictatoriales, habían bloqueado el acceso a según qué informaciones. También sabía que si me limitaba a escribir la palabra zombi con diversas combinaciones, la mayoría de resultados que encontraría harían referencia a algún foro que en su momento existió, de aficionados a las películas del género o similar, y acabaría perdido como una embarcación a la deriva en mitad del océano, salvo que en mi combinación teclease también la palabra; "wikileaks". Obviamente y como sospechaba, google me seguía devolviendo páginas en blanco incluso en el caché, pues supongo que identificaba mis búsquedas desde territorio vedado. Así que probé a hacer lo mismo saltando con proxys, estuve intentándolo durante horas, sin obtener ningún resultado, haciendo los accesos desde diversos países, hasta que por fin encontré algo. Ya no tengo dudas, esto tiene alcance mundial pues casi todos los países tienen bloqueo a la información. No puedo decirte desde dónde conseguí acceder pues si bien al principio comprobaba a que país pertenecía cada IP que me devolvía, tras llevar varias horas estaba agotado y empecé a probar de manera aleatoria.

Acceder de esta manera al contenido (a través de proxy), me recordó a cuando a los internautas no nos quedó más remedio que usar este sistema para acceder a algunas webs que, cierta ministra de cultura bloqueó, incluso estando alojadas en el extranjero, usando la excusa de proteger los derechos de autor, cuando realmente protegía a las grandes multinacionales de una supuesta piratería en España que según ellos, las estaba llevando a la ruina, cuando la realidad es que tenían más dinero que nunca pero querían más, y éramos los españoles los que estábamos perdiendo derechos fundamentales y poder adquisitivo debido a una serie de medidas que nos inflaban los impuestos y abarataban los despidos dejando a nuestro país en la mayor crisis económica y social de la democracia. Entre tanto, la corrupción gubernamental, la banca y grandes empresas llenaban sus insaciables bolsillos... me parece que estoy desvariando,  igualmente añado que ojalá esos cerdos se hayan convertido en zombis.

Como te iba diciendo, google me devolvió un resultado positivo, un cable de wikileaks que me ha esclarecido muchas dudas.

Acabo de escuchar unos ruidos detrás de mi puerta, en cuanto pueda te seguiré contando. Yo también creo que deberíamos encontrarnos. Ya verás como encontramos a nuestras chicas, no te preocupes. Cuídate.

viernes, 15 de abril de 2011

Capítulo 18 - Mis fotografías (Alberto)

Día 31: Hola Miguel, estoy en un viejo hotel, cerca de la fábrica. Me costó salir de allí pero lo conseguí, maté a unos cuantos zombis y me refugié aquí. De momento no puedo decirte lo que pone en las hojas que encontré el otro día, ya que prefiero estar seguro. Respecto a tus películas y demás estoy totalmente de acuerdo contigo. He de añadir New York bajo el terror de los zombis (Lucio Fulci) por lo demás, está bien.

Respecto al zombi del quinto piso, debes matarlo, ¡elimínalo! Si lo que pone en el experimento que encontré es cierto, creo que pueden comunicarse de alguna forma entre sí. Además, dijiste que era de fase 1. En serio Miguel, acaba con él. Ayer estuve descansando y recuperándome, quiero estar preparado ya que me espera un viaje largo, en el cual tengo que estar al 100%. Gracias por tu labor con el blog, ojalá alguien nos pueda ayudar, ya que seria más fácil si fuéramos más.

Sobre tus preguntas, te diré que efectivamente pertenecía al ejército. Aquí te enseño un par de fotos para que me veas. Pronto grabaré un vídeo cerca de la fábrica. Si pudieras desplazarte hasta aquí seria todo más fácil. 




Mañana pasaré el día como hoy, muy tranquilo o eso espero... Antes de irme volveré a la fábrica para coger unas cosas que necesito. Echo de menos el tabaco, no sabes cuanto... ayer soñé con mi novia... En fin, espero que poco a poco lo superes como lo estoy haciendo yo. No dejes que la rabia, el miedo o cualquier otra cosa se apodere de ti, debes de ser fuerte o estás perdido.

En cuanto al zombi del patio de tu casa, ten cuidado, intenta que se vaya de alguna manera. Porque si se pueden comunicar como creo que hacen y si aún no te han atacado, será porque están esperando algo o a alguien más. Debes salir de allí lo antes posible o estarás muerto.

Así que eso, mañana compraré... bueno, jeje iré a por más provisiones porque me he quedado sin nada, espero no tener ningún accidente, ya te contaré.
Espero que me escribas mañana, ya que será un día demasiado tranquilo... Hazme caso y sal de ese lugar como sea, pero hazlo ya. Sobre los chemtrails, sinceramente no me creo nada, no sé cómo puede haber gente que estuviera obsesionada con eso. Tenía un amigo que últimamente lo decía mucho, pero yo creo que se estaba volviendo loco... En fin, creo que es algo de críos pensar en eso, o simplemente gente que no tiene otra cosa que hacer.

El corto no está mal, yo también hacía cortos y era bueno, pero de eso hace mucho tiempo. ¿Tienes algo más? Así mañana no me aburriré.
Por cierto, de ese corto me suenan algunas caras pero no sé de qué., es como si ya los conociera. En fin, será que el que se está volviendo loco soy yo.

Hablamos mañana y ojalá tengamos los dos un día tranquilo, porque esto va a parecer sino una película de terror en vez de lo que es, la vida real.

Un saludo Miguel, espero tener noticias pronto.

Capítulo 17 - Mi selección zombi (Miguel)

Día 31 (madrugada): Hola Alberto, en cuanto puedas escribe, estoy preocupado. Esta situación intento verla como un videojuego, una película o un juego de rol, porque si pienso en lo que realmente está pasando, me entra un escalofrío que me deja muy mal cuerpo. Tu situación es desastrosa, quiero pensar que saldrás airoso, tengo el convencimiento, espero no equivocarme, de que tienes conocimientos militares (o igual eras cazador, aunque lo dudo...), pues si a mí me dieras un arma no sabría cómo usarla o si resultase herido, depende de cómo fuese la herida, dudo que supiera curarme. Estos conocimientos parecen más típicos de un entrenamiento militar. Yo lamentablemente carezco de ellos, pero al menos, como ya dije, he practicado varios años Full Contact (y también Karate), pero estoy desentrenado y aparte no sé hasta qué punto me serviría saber pelear en este nuevo mundo. De todas maneras aún no me he atrevido a enfrentarme a ninguno de ellos y si lo hago será armado al menos con un cuchillo, no sé yo si a patadas y puñetazos lograría hacer mucho...

Soy consciente de que he de salir de aquí, pero aún no puedo. Estoy finalizando los preparativos para que este blog no se caiga, he montado (y escondido) un servidor con un viejo AMD K7 y una distribución de Linux y le he conectado un SAI (es como una batería por si hay algún apagón) que a su vez bebe de dos fuentes, la del servicio eléctrico de toda la vida (seguro que si éstos siguen con vida intentan cobrarme) y de las placas solares. Por otro lado, he seguido intentando navegar por otras webs, incluso sin proxy... y en fin, no funciona casi ninguna página. El todopoderoso google indexa páginas fantasmas, pero al menos el buscador en sí funciona correctamente y aunque no estamos entre los primeros en sus listas de búsqueda, Ciudad de Zombis, estamos presentes. Por cierto, vaya tela de nombre buscaste más poco esperanzador y poco original (hay 40.000 páginas de zombis), no sé, podrías haber creado un blog que se llamase; "Somos supervivientes", o algo así (al menos es más positivo). Y hablando de zombis, Argento es (era) un gran director y como el resto que me nombras, ya son unos clásicos, pero hay directores recientes a los que habría que echar un ojo. Creo que me voy a dar el gustazo, antes de recordar mi dramática situación y comentarte el problema que se me viene encima, de citarte a mi gusto, los mejores productos de zombis que he visto: 
Pelis
1 - El amanecer de los muertos
2 - 28 días / semanas después (sobre todo esta última)
3 - REC ( y desde luego su terrorífica continuación REC 2, de la 3 mejor no hablar)
4 - Bienvenidos a Zombieland
5 - Zombies party
6 - Doghouse
7 - El diario de los muertos (y su secuela)
8 - La tierra de los muertos vivientes
9 - El regreso de los muertos vivientes
10 - Brain Dead (Tu madre se ha comido a mi perro)
11 - Saga Resident Evil (aunque no respeta el juego, sobre todo 3 y 4, la 5 carece de guión)
12 - Plane Dead (sin ser buena, es divertida)
Series
1 - The Walking Dead (creo que es lo mejor que hay a nivel audiovisual en este género)
2 - Dead Set (un Gran Hermana zombi)
Videoclips
1 - Michael Jackson - Thriller
2 - Lordi - Hardrock Hallelujah (De las pocas veces que Eurovisión mostró calidad)
Videojuegos
1- Resident Evil 1 (remake Gamecube y Wii) y resto de saga.
2 - Dead Rising 1 y 2 (incluido el Off the record y despreciando la versión de Wii)
3- House of the dead 1, 2 y 3
Libros
1 - Apocalipsis Z (ambas partes, aunque el 1 se me hizo más inquietante)
2 - Antología Z
Cortos
1 - I Love Sarah Jane
2 - Zombis on the Road (Este último lo hice yo con unos amigos hace unos años, lo sé, es muy malo, pero se hizo con menos de 100 € de presupuesto y sin equipo profesional. Aun así, ¡Nos dieron un premio! Jeje)

Uff qué bien me ha sentado sacar un rato mi lado friki y olvidar esto un poco... joer, con lo que me molaban a mí los zombis y ahora... esto es como al que le mola ver pelis de serpientes o arañas y luego no las puede ver en la realidad.

Es momento de ponernos serios, como te he dicho más arriba, estoy dejando todo preparado pero aún no puedo irme. He intentado volver a sintonizar con mi radioaficionado tu frecuencia y nada, tu mensaje para entrar a escribir a este blog ya no funciona, supongo que se han acabado las baterías que alimentaban tu radio. Por un lado creo que es mejor, no es seguro ir dando la contraseña del mismo a los posibles supervivientes, pues estoy convencido de que han habido supervivientes y no todos serán buenos. Lamentablemente el dicho de que mala hierba nunca muere, suele ser cierto.

Aunque seguro que tú me darás una explicación más coherente, no puedo dejar de pensar en que hace tiempo, las redes sociales fueron tomadas por conspiranoicos (o no tan conspiranoicos) que hablaban de que quienes de verdad gobiernan el mundo, querían acabar con el 80% de la población y que sólo teníamos que levantar la vista al cielo y observar algunas estelas que supuestamente contenían elementos químicos para provocar enfermedades, las llamaban chemtrails. Claro, que también decían que los extraterrestres nos observaban cómo destruíamos el planeta para que, llegado el momento donde se pudiera llegar a un punto sin retorno, ellos interviniesen. En todo caso han tenido algo de razón, aunque seguro que no pensaban que la población mundial se convertiría en zombis... y eso que metafóricamente siempre lo hemos sido; trabajar (hasta que llegó la crisis, claro), pagar impuestos, facturas, multas, etc. Me pregunto por qué el hombre es enemigo del hombre...

En fin, que desvarío. Se me había ocurrido que puesto que tu mensaje de radio se ha esfumado, voy a imprimir varios carteles con la dirección del blog para que los supervivientes puedan dejar sus comentarios y también una dirección de correo: diariozombi@gmail.com por si quieren contar su historia o día a día. Claro, que no siempre se podrán publicar las historias cuando nos lleguen, pues a veces no tendremos conexión a internet disponible o igual no sobrevivimos... Además de todo esto, he puesto el micro del radioaficionado conectado al servidor y estoy emitiendo en una frecuencia abierta nuestra situación, para transmitir que aún existimos supervivientes y que nos escriban, que no están solos.

Antes de despedirme quiero comentarte dos serios problemas que tengo, por un lado mi vecino, estoy convencido que anda suelto por el edificio, debe de estar en la primera fase de desarrollo porque sino seguro que me habría encontrado como uno que me está esperando en el portal... sí, ¿Te acuerdas que el otro día te comenté que en mitad de la noche había escuchado un lamento que me despertó y me dejó con el corazón en un puño y mi espíritu en vela? Caí en la cuenta de que me sonaba de algo... Es el mismo zombi que salió corriendo a perseguirme el día que me topé a un centenar de ellos al doblar la esquina con mi moto. Ayer bajé por las escaleras para inspeccionar mi edificio, por cierto, la puerta del quinto estaba entreabierta pero no escuché nada, y la verdad, no me atreví a entrar... Bueno, como te decía, me asomé hasta la entrada y lo vi, él no me vio pero creo que de alguna manera notan nuestra presencia o la intuyen, debe ser algún tipo de instinto natural.

Si estás a punto de sugerirme que baje al garaje directamente sin pasar por el portal y coja mi coche y salga pitando, me temo que no va a funcionar. Mi edificio es un poco antiguo y el garaje no está comunicado con el ascensor, vamos, que he de llegar hasta el portal y acceder al garaje a través de una puerta en la pared. El problema es que mi "amigo" me estará esperando y me verá a través de la puerta del portal, momento en el que alertará a otros zombis y si bien no echan la puerta abajo, en cuanto saque el coche del garaje se abalanzarán sobre mí y me destrozarán el vehículo provocándome una muerte segura... Irme en moto está descartado si he de sacar material de casa.

En fin, creo que tengo un plan, ya te contaré. Escribe en cuanto puedas.

jueves, 14 de abril de 2011

Capítulo 16 - De vuelta a la fábrica (Alberto)

Día 29: Hola Miguel, he visto tu vídeo y me preocupan los ruidos que has escuchado. Debes de salir de allí cuanto antes, coge lo que necesites y desaparece de ese lugar. Busca un sitio seguro o intenta buscar personas que pudieran estar con vida.

Ahora me encuentro en una de las salas de la fábrica, estoy en el sótano. Me he encerrado y al otro lado de la puerta tenía un par de zombis. Ahora son más, no sé cuántos pero me están esperando para matarme en cuanto salga. He perdido casi todas las armas, sólo me queda una pistola con cinco balas... No sé si es la última vez que escribo o no, así que por si acaso te diré algo que debes de hacer.

Ayer, como te dije, salí de mi casa por la parte de atrás después de disparar con mi rifle. Muchos zombis fueron allí gracias a esos disparos y eso me permitió salir sin dificultades. Me costó arrancar un coche para poder venir a la fábrica. Cuando llegué, entré por la misma puerta que la otra vez. Fui directo al sitio donde me dejé la mochila, pero ésta ya no estaba. No sé dónde puede estar. Accedí al sótano donde encontré la sala donde estoy ahora. Intentaba entrar pero un enorme candado no me dejaba hacerlo. Opté por disparar y otra vez mal por mi parte. Empecé a escuchar a esos seres como venían hacia mí, así que cuando conseguí abrir la puerta, pude entrar y esconderme allí. Como te he dicho antes, ahora los tengo justo detrás, esperando a que su cena salga.

Aquí no hay nadie, he podido encontrar algunos papeles importantes sobre pruebas que han hecho a algunos soldados. Ahora les voy a echar un ojo, pero antes por una pequeña ventana, muy diminuta he visto en el exterior a un zombi de fase 3. Está quieto, inmóvil en el suelo, creo que está muerto...
Así que antes de continuar y contarte voy a disparar una de mis balas contra su cabeza, quiero ver si la sangre es igual que las de los demás o me encuentro alguna sorpresa. En cuanto haga esto y mire bien los papeles seguiré escribiendo y te contaré lo que ha pasado.

Por cierto, como puntualización, prefiero a Lucio Fulcí, Darío Argento, Mario Bava o su hijo Lamberto Bava... Creo que George A. Romero es más comercial... Aunque mejor de momento no te pongas películas de zombis... Ahora te cuento, porque además he visto también varios cuerpos destrozados, atados en unas camillas. Como te dije anteriormente en esta sala hacían experimentos. Así que voy a echarles un vistazo a sus cuerpos también y ahora vuelvo...

Hola de nuevo, he disparado a ese zombi de fase 3. La sangre es negra como la de los demás...
En fin, luego si puedo me acercaré a él y le echaré un vistazo.
Respecto a los cuerpos de las camillas, no he notado nada raro, pero debería de hacerles pruebas y ahora mismo es imposible. No sé qué hacer, esperaba encontrar algo en ellos y me he quedado como estaba. Encima el perder la mochila con la información.... ¡Tengo que encontrarla! De los zombis de detrás de la puerta, sólo escucho a un par de ellos, los demás, supongo que por el disparo se han ido a otro sitio. O eso espero, porque sino no sé como saldré. Me estoy quedando sin batería en el portátil así que luego te contaré, los papeles aún no los he leído pero pone fase 1. En cuanto lo haga te lo diré... ¡¡¡Nooooo!!! El zombi de fase 3 está dando golpes a la pared, tengo que salir de aquí como pueda. Sólo puedo salir por la puerta, más vale que solo sean sólo dos, ya que me quedan 4 balas... Luego hablamos Miguel y escóndete en un sitio seguro.

miércoles, 13 de abril de 2011

Capítulo 15 - La webcam (Miguel)

Día 29 (madrugada): Hola Alberto, leyendo tu aventura estaba pensando que lo que te ha pasado, la comisaría, el tiroteo, la fábrica, los zombis etc formaría parte de un guión escrito por George A. Romero, pero como se suele decir en estos casos (lamentablemente), a veces la realidad, supera la ficción. Respondiendo a tu pregunta, la verdad es que no escuché ningún tiroteo, pero me alegraría saber que somos de la misma ciudad... Respecto a esto último, hoy no me apetecía escribir, prefería que me pudieses ver, que vieras que la persona con la que hablas es real, así que me grabé con la webcam y en fin, apenas pude grabar unos segundos...



Me parece que mi vecino del quinto ha descubierto donde vivo, cuando me he asomado por la mirilla, con un miedo atroz y el corazón nuevamente en la garganta, no he visto nada pero, si alguno de ellos me ha descubierto, mi hogar ya no es seguro.
No sé si podré dormir esta noche... Espero tener pronto noticias tuyas.

martes, 12 de abril de 2011

Capítulo 14 - Procesión de zombis (Alberto)

Día 28: Hola Miguel, hacía días que no veía calles tan desiertas como en el vídeo que has grabado, aunque he de confesar que creo que sé de que pueblo hablas. Creo que estamos más cerca de lo que crees, quizás un día nos encontremos. Ayer salí a la farmacia, no hubo incidentes, pero al volver quise ver como estaba mi viejo Ford Puma. Allí mi pobre coche estaba destrozado y creo que ha pasado a mejor vida. A la vuelta, cerca de mi casa vi a un grupo de esos seres... muchos de ellos. Decidí dar la vuelta e ir por otro camino, entré en un callejón oscuro y despacio sin llamar la atención para no ser visto, lo fui atravesando, cuando llegaba al final detrás de mí, escuché unos ruidos y me escondí en un contenedor de basura. Casi vomito del olor, la basura estaba podrida y no se podía aguantar allí dentro. Empezaron a pasar al lado del contenedor cientos de zombis y mi impulso me hizo coger mi bate y sujetarlo con fuerza. Tenia la vena del cuello hinchada y el miedo se había convertido en rabia. Casi hago una locura de la cual no hubiera salido vivo. Me calmé como pude. Miraba e intentaba saber si alguno de esos zombis lo conocía a la vez de no ser descubierto. Estube más de dos horas allí metido, oliendo ese olor cada vez más intenso y demoledor. Vi de cerca a las tres clases de zombis y de veras, no te imaginas el terror que transmiten en su fase final, si en la inicial es como vivir una pesadilla, la final... Me pregunto hacia dónde marchaban, parecía una macabra procesión de Semana Santa.

Pasadas esas horas y sin ver más zombis decidí salir, me dirigía a casa cuando me acordé de la comisaría de policía que se encontraba a varias manzanas a mi izquierda. Tenía que decidir pues la noche se me echaba encima. Ya mejor de mis heridas y pudiendo más o menos correr en caso de ser visto, sabiendo que necesitaba armas decidí ir a la comisaría.

Cuando llegué, entré sin problemas y afortunadamente nadie (o mejor dicho nada) me vio. tampoco dentro encontré a nadie, así que me fui hacia el armamento. La verja que cubría la entrada a la sala estaba destrozada y encontré de todo Miguel. Decidí coger un par de pistolas, rifles de alta precisión y un lanzallamas. No me dio tiempo a más, pero había muchas más cosas. Mientras cargaba una de las pistolas, escuché como la verja de detrás de mí se habría, por acto reflejo o adrenalina y por tener un arma en mis manos, me volví y me encontré con un par de zombis de clase 1. Los apunté con la pistola mientras venían hacia mí. Fallé los dos primeros disparos y uno de ellos me cogió por el cuello haciéndome caer al suelo. No podía volver a fallar, sino, seria comida de esos zombis.
Comencé a gritar enfurecido y empecé a disparar todas las balas de la pistola. Los dos zombis cayeron muertos al suelo. Por cierto, como en las películas, funciona dispararles en la cabeza. Así que ya sabes. Conseguí sacar munición suficiente como para cargarme a bastantes de ellos y decidí volver a casa. Por el camino, en una avenida bastante grande habría algo así como unos doce zombis en total, decidí pasar por el medio de la calle sabiendo que sería descubierto. Pero estaba tan seguro de mí mismo, que empecé a disparar a diestro y siniestro. Ellos caían al suelo, pero no pensé y eso casi me mata. El ruido de las pistolas y mis gritos se mezclaron con los de ellos y empezaron a salir muchos más zombis. Dios, los tenia al lado de mí, acabé las municiones de las dos pistolas que llevaba conmigo y no me daba tiempo a recargar. Con el bate pude abatir a un par más de ellos, pero me tocó correr y al final llegar sano y salvo a mi casa .

Pasar tan cerca de la muerte me hizo darme cuenta de mi imprudencia y de que no podía ser tan estúpido de hacer lo que acababa de hacer. Gracias a Dios, no hubo zombis de la fase 2 ó 3, pero sí escuché un grito ensordecedor otra vez cerca de mi hogar. La fase 3 estaba cerca, demasiado cerca. Una vez calmada mi adrenalina, dejé las armas en una habitación y uno de los rifles en la terraza del segundo piso. Preparado por si sabían donde estaba o para cualquier cosa. Incluso tengo guardada una bala para mí, por si llegara el momento. 

Estaba tan ensimismado planeando como enfrentarme a esos seres si me localizaban, que se me olvidaba el horrible olor corporal que tenía, resultado de la adrenalina y desde luego, de mi estancia en un contenedor, así que me di una reconfortante ducha, cené algo y me puse una película mientras comía... ¡¡¡Palomitas!!! Fue un momento que recordaré siempre, de paz y descanso sin preocuparme por nada.

Hoy he pasado el día ordenando mis ideas, no puedo volver a caer en los fallos de ayer. Mañana, o bueno, en cuatro horas me voy a la fábrica a recuperar la mochila. Me he acordado de una sala en la que nunca pude entrar pues requería de un permiso especial. Se encuentra en el sótano de dicha fábrica y una vez me dijeron que allí experimentaban con los cuerpos de los soldados fallecidos. En su momento me sonaba a leyenda urbana pero creo que ahora mismo cobra sentido. Lamentablemente empiezo a entender lo que hacían allí. He estado todo el día trazando un plan, incluso he hecho un mapa ya que como te dije yo trabajaba allí. Tienes que confiar en mí Miguel, no puedo decirte de momento cuál era mi función allí, en la fabrica, pero lo haré, te lo prometo. 

Acabo de preparar mi mochila con alimentos, ropa y algunas cosas más. Me voy a llevar todas mis armas y me iré de la casa. Me llevo el portátil y seguiré escribiendo desde donde esté (me sorprende que tenga conexión allí). Es el momento de actuar y he decidido salir e ir moviéndome por la ciudad buscando gente y buscando respuestas. Dentro de tres horas empezaré a disparar con el rifle a esos seres, ya que desde la terraza puedo ver a muchos de ellos. Los atraeré para que se agrupen aquí mientras yo salgo por otro sitio, eso me dará más tiempo para llegar a la fábrica. Voy a robar un coche, o mejor dicho, intentarlo, pues es algo que nunca he hecho, pero lamentablemente mi Puma ya no está, así que...

Ya tengo todo preparado, espero que estés bien y encuentres lo que buscas. Te iré informando de todo. Buena suerte Miguel. Por cierto, me gustaría saber si dentro de tres horas escuchas los disparos. Creo como te he dicho antes, que podemos estar más cerca de lo que imaginas. Cada día intentaré escribir, así, si no lo consigo,  lo sabrás. Cuídate.

Capítulo 13 - En marcha con mi "Dominator" (Miguel)

Día 28 (madrugada): Hola de nuevo amigo. Aunque los tiempos son difíciles, no debemos ni rendirnos ni abandonar, pues la vida es lo único que nos queda. Intenta pensar en que si seguimos vivos es por algo, y ese algo no sólo tiene que ser matar zombis y descubrir qué está pasando, sino volver a estar con los nuestros e intentar encontrar una solución.
A mí me está empezando a pasar un poco como a ti, creo que le estoy perdiendo un poco el miedo a los zombis y eso que lo que me sucedió ayer... Serían las 5 de la madrugada y estaba durmiendo, cuando de repente un brutal lamento atravesó la calle. Duró algo así como 20 eternos segundos y se hizo el silencio, pero fue suficiente para no volver a conciliar el sueño.
Yo también tengo una necesidad imperiosa de encontrar a mi pareja. De hecho eso fue lo que motivó mi última escapada. De nuevo me tocó volver a bajar las diez plantas y esta vez no escuché a mi vecino del quinto (por suerte) y pude llegar a la calle sin ningún percance. Una vez comprobé que la calle estaba despejada, bajé al garaje a buscar mi vieja y fiel "Dominator" de seis y medio. Al principio pensé en coger mi coche, un Seat León, pues viajar en coche me daba mucha seguridad, pero pensé que si había cualquier percance como calles cortadas o grupos de zombis, me desplazaría de manera más ágil en mi motocicleta. Arranqué la Dominator a dos manzanas para evitar que el ruido atrajera a los zombis a mi casa y me puse rumbo a buscar a mi novia.
No fui a buscarla a su residencia habitual, pues si de verdad la conozco, antes que quedarse aquí, se iría a una pequeña casa que tenía en un pueblo vecino. 
Era la primera vez desde que había sucedido todo esto que conducía mi moto y por unos minutos tuve esa sensación de libertad y placer, que sólo una moto te puede dar (y más en una ciudad fantasma sin semáforos). Como habrás adivinado, esa sensación duró poco, porque no había atravesado ni media ciudad que al girar por una avenida me encontré de frente a un centenar de zombis. Frené en seco en la curva y la moto me pegó un derrape que casi me hace caer al suelo y convertirme en alimento para zombis.
No sé que hice pero se me paró el motor. Los zombis al verme,  se me quedaron mirando como el cazador cuando sorprende a su presa, ahora sé lo que siente el conejo o el ciervo cuando es sorprendido por el rifle de un cazador. Había un silencio sepulcral. Yo frente a ellos y éstos inmóviles sin dejar de mirarme. De repente, uno de ellos pegó un grito ensordecedor, ahora que lo pienso, tenía un tono parecido al que me despertó anoche... bueno, como iba contando, como un loco empezó a correr hacia mí. Yo estaba paralizado por el terror, pero sabía que en pocos segundos si no arrancaba la moto, éste vendría hacia mí y me mataría. Lo que a continuación sucedió, lo recuerdo como a cámara lenta, yo intentaba arrancar la moto y ésta no respondía, mientras, un enfurecido zombi, acompañado de unos torpes y amenazantes compañeros, se acercaba peligrosamente hacia mí.

Afortunadamente mi vieja Dominator no me falló y como si del rugido de un león se tratase, arranqué el motor, me di la vuelta justo antes de que ese zombi desquiciado llegase a mí, y los dejé atrás.
Cogí uno de los múltilples cinturones de la ciudad y sin más percance salí de allí.
En la carretera, vi un coche estrellado, paré un momento por ver si aún había esperanza de encontrarme a alguien con vida, pero lo que me encontré hizo que me diesen arcadas. Dentro del coche iban dos parejas jóvenes, tres de ellos estaban muertos y otro, el conductor, tenía una barra atravesándole el estómago y... ¡No paraba de moverse! Se notaba que sufría, pero cuando me vio con esos gélidos ojos blancos, su rostro pasó del sufrimiento a la rabia. Sin pensármelo, me puse nuevamente el casco y continué mi camino.
A los 20 minutos llegaba al pueblo y lo que me encontré me dejó atónito. No había ni un alma, parecía que lo habían abandonado, pero en la calle había aparcados varios vehículos. Detuve mi moto y grabé este vídeo con el móvil. Supongo que lo cogí por inercia pues obviamente no hay cobertura en ningún sitio, pero gracias a esto puedo dejar algo de constancia de lo que vi. Grabé muy poquito pues por prudencia no quise abandonar mucho rato la moto:

 

No sé qué pensarás al verlo, pero yo estoy completamente descolocado, no sé si alegrarme o no, obviamente no encontré a mi novia pues como te digo, daba la sensación de que el pueblo lo habían abandonado a su suerte. Lo único bueno que veo, es que hay zonas libres de zombis, al menos en apariencia, y que es posible que los habitantes hayan sido evacuados.
Mi regreso a casa, visto lo que había pasado, decidí hacerlo por los cinturones, aunque tuviera que dar más vuelta. Como anteriormente, a las dos manzanas paré el motor y arrastré la moto de nuevo hasta el garaje.

Alberto, no desesperes, puede que tarde o temprano nos encontremos con grupos de supervivientes y entre ellos estén los nuestros... No bebas demasiado.

domingo, 10 de abril de 2011

Capítulo 12 - Hablando con las paredes (Alberto)

Día 26 (noche): Hola, me estoy recuperando bastante bien, no he hecho nada interesante hoy, lo único que he podido hacer es comunicarme con un póster de la pared por los efectos del alcohol. Ya se me ha terminado, así que no podré beber más. En fin, sé que no es una solución, pero me esta empezando a afectar toda esta mierda que nos está pasando. Seguir sin escuchar una voz, una discusión o sentir una caricia de mi pareja me está rompiendo el alma. Soy duro, pero son ya muchos días en los cuales cada vez me siento más solo.

Respecto a tus preguntas Miguel, ahora mismo no quiero contestar, lo haré cuando tenga mas datos. Sé que he de volver a la fábrica a recuperar la mochila con toda la información... ya lo haré. Tienes que hacer algo para no volverte loco, busca a tu novia, si sabes dónde está, ves a ver si aún sigue con vida, porque el tiempo que estamos pasando es lento, aburrido y preocupante, ya que no podemos tener a quienes más queremos.
Yo ya intenté buscar a mi novia y no estaba en su casa, así que no sé porqué pero la esperanza que tenía o sentía dentro de mí, simplemente ha desaparecido.

He escuchado un suicidio creo... Mientras me cambiaba el vendaje he oído a un chico gritar, no eran gritos de zombis, pero no podía hacer nada por ayudarlo. He intentado llamar su atención ya que el chico se encontraba cerca de mi casa, después he visto como muchos de esos seres iban directos hacia él, creo que ya no estará vivo. Pero es la primera vez desde hace tiempo que he oído gritar a una persona humana.

Mañana no podré ir a la fábrica, pero espero al día siguiente poder hacerlo y contarte lo que encuentre. Como te decía, mañana saldré a por mas medicinas a una farmacia que está cerca de aquí y espero no encontrarme con ninguno de esos monstruos. Por lo menos no a uno de la tercera fase.

Necesito encontrar vida, y ya es hora de perder el miedo (aunque cada vez me queda menos) y salir a buscar personas, tienen que estar vivas, como nosotros. Pero no sé donde buscar.

En fin Miguel, espero que encuentres lo que buscas y sobre todo que no acabes hablando solo como estoy haciendo yo. Llega un momento en el cual ya no sé si todo es real o todo es mentira. Quiero soñar o despertarme, vivir o morir...

Voy a poner un CD que he encontrado mientras ceno algo. Si puedes escribirme hazlo, porque creo que estoy en un momento de rendirme o dejar que la adrenalina haga que me enfrente a ellos, a todos los que pueda. Según lo que encuentre en la mochila, que estoy seguro podré recuperar, será la hora de actuar, no solo yo, tú deberás de ayudarme.

viernes, 8 de abril de 2011

Capítulo 11 - Un afortunado accidente (Miguel)

Día 25 (tarde): Hola Alberto, me alegra mucho saber que estás bien, la idea de volver a sentirme solo me estaba frustrando. Agradezco que me hayas dado estas explicaciones, la verdad que apenas había tenido tiempo en meditar en el por qué sabías de dónde podría venir el origen de estos problemas, pero bueno, te has adelantado a mi emparanoiamiento. Aun así, tengo muchas dudas en el tintero que supongo que no podrás contestar, como por ejemplo, que cómo puede ser que según se van pudriendo, se van haciendo más fuertes, la lógica dice que tendría que ser al contrario o cómo que has encontrado a uno con capacidad de raciocinio, pero sobre todo, cómo puede ser que nosotros no nos hayamos infectado, convertido, o lo que sea, pero en fin, como te decía más arriba, supongo que de momento será difícil contestar a estas incógnitas. Por cierto, yo también soy de la parte norte de España, en concreto, por el noreste. Si no puedes decir tu hubicación supongo que tendrás tus motivos, así que por seguridad yo también haré lo mismo, de hecho, desde el principio escribo a través de proxys para dificultar mi búsqueda. Supongo que algo de mi anterior vida como informático se me ha quedado, pero he notado algo extraño, no siempre puedo entrar a internet ni escribir, y eso me hace sospechar que la magnitud de este problema puede ser mundial. Me explico, cuando entras por proxys, lo que hace el ordenador es conectarse a través de otros ordenadores que se encuentran aleatoriamente por el mundo para dificultar que alguien te pueda encontrar, esto quiere decir, que yo puedo escribir desde España, pero si miras mi IP, verás que el mensaje te llega, por ejemplo, desde Alemania. Y claro, si estoy teniendo dificultades para conectar a otros proxys es porque están fallando las comunicaciones en el extranjero. Podría entender que fallasen en un momento dado en un país determinado, pero es que me fallan de manera continua y aleatoria, lo que me hace sospechar que estamos ante un caos mundial, y como los medios de comunicación no funcionan, no puedo corroborar lo que te digo, aunque sí sospecharlo, al fin y al cabo no he visto tropas extranjeras viniendo en nuestra ayuda... por cierto, ¿te has dado cuenta que este blog es de las pocas páginas que siguen en pie? Voy a crear un servidor y copiaré todo el contenido en el mismo. No notarás el cambio. Se me revuelve el estómago al pensar que esto puede ser a nivel mundial. Tengo que salir a buscar a mis seres queridos.

Antes de hacer mi siguiente escapada, quiero acabar de contar lo que me sucedió en el hipermercado. Como dije, estaba huyendo de un zombi de nivel dos, estaba aterrado ante la idea de que me pudiese alcanzar, y fue entonces cuando encontré un hipermercado con la mitad de las lunas reventadas y  entré. No tenía tiempo de entretenerme en buscar algo que me sirviese como arma y mucho menos de buscar alimentos,  vi una puerta entreabierta y no lo pensé. Une vez dentro caí en la cuenta de que me había metido en la sala de seguridad, vi que los monitores estaban encendidos y que las cámaras de vigilancia funcionaban perfectamente. Pude ver a mi perseguidor. Era espeluznante observar la rabia en su mirada y el nerviosismo de su cuerpo. No sé por qué, pero pensé en él como si fuera un ser humano rabioso y que se calmaría. Decidí quedarme dentro atrincherado hasta que se calmase un poco. Pasó el rato, una hora, dos horas y el zombi no paraba de dar vueltas y soltar espeluznantes gritos, sin poder encontrarme. Yo estaba bastante más calmado pues de alguna manera me sentía seguro, pese a ser consciente de que no me podía quedar ahí mucho tiempo, al fin y al cabo era una trampa mortal, si me detectaban y venían a por mí, me quedaría atrapado para siempre. Aún estaba pensando en esa posibilidad cuando de repente, un fuerte golpe irrumpió en el silencio. Pude observar a través de los monitores como un coche atravesaba una de las pocas lunas que quedaban en pie y una inmensa emoción invadió mi ser. El clapson del vehículo no paraba de sonar. Apenas estaba disfrutando de ese momento, de saber que había más gente con vida, cuando en el monitor pude visualizar como el zombi se dirigía hacia el vehículo como un loco y se abalanzaba hacia su tripulante, no pude ver quién era ni me dio tiempo a reaccionar. En ese momento mi más bajo instinto de supervivencia afloró en mí y salí corriendo de la sala, atravesé los pasillos del hipermercado, no sin reparar en que había comida tirada por el suelo, llevándome, como pude, una poca, y salí corriendo sin ni siquiera plantearme en ayudar a esa persona pues algo me decía que ya estaba muerta. 
El ruido estaba atrayendo a más de esos seres y afortunadamente la noche, que ya había caído, me ocultaba y no repararon en mí. Como pude, atravesé las calles ocultándome nuevamente entre los coches y llegué a mi casa. No pensé en que posiblemente mi nuevo vecino me estaba esperando, pero iba cargado de adrenalina y subí los diez pisos de vez. Afortunadamente no lo encontré.

Aunque aún estoy ordenando mis pensamientos, soy consciente de que he de volver a salir a buscar a los míos, si esto es mundial, jamás nada volverá a ser como siempre, la verdad, estoy bastante preocupado. Seguimos en contacto.


jueves, 7 de abril de 2011

Capítulo 10 - Un zombi diferente (Alberto)

Día 24 (noche): Hola Miguel, estoy recuperándome, pero creo que por unos días no podré salir de casa.
Tengo la pierna mal, y varios moratones por el cuerpo. Ayer fue un día muy duro, cuando dejé de comentarte lo que me estaba pasando, escuché a esos seres muy cerca de mí, cerré el portátil y hasta ahora no he podido sentarme tranquilo a escribir.
Con mi pierna destrozada no pude escapar muy deprisa, lo cual sirvió para encontrarme con un zombi de frente. Por detrás venían unos veinte de ellos, de los cuales, tenía lejos a casi todos, pero uno de ellos me sorprendió por su velocidad. Esos ojos rojos, y su cuerpo lleno de costras me daba bastante miedo e intenté salir de allí lo más rápido posible. Ese zombi, cada segundo que pasaba, estaba más cerca, me sorprendió su agilidad y habilidad, y cuando lo tenía como a un metro, se lanzó encima de mí, fue como si chocara contra una roca. Salí despedido nuevamente (parece que me estoy acostumbrando a salir por los aires) y me di contra una pared, la cual hizo que mi brazo y parte de la espalda, quedara bastante magullada. Ahora entiendo la tercera fase; "...es imposible calcular la velocidad que tienen y desde luego si te los encuentras, intenta esconderte, pues su fuerza está demasiado desarrollada como para hacerles frente...".

Sin tiempo a quedarme dolorido, sabía que ese zombi acabaría conmigo, me puse en pie y entré en una puerta. Allí me quedé sentado en el suelo, sabiendo que esos seres venían hacia mí. Sabía que no saldría vivo de esta y saqué de mi bolsillo una foto de mi novia, que cada día la echo más de menos. No me daba tiempo para llorar y supe que en cuestión de segundos, ese ser me mataría. Seguramente atravesaría la pared y me destrozaría por dentro y por fuera. No quería pensar en la muerte tan horrorosa que iba a tener, levanté la mirada y ahí fue cuando vi a ese zombi, al que me había encontrado anteriormente de frente.

Lo que a continuación pasó, no lo olvidaré jamás. El muerto viviente estaba en su primera fase, y no sé por qué, pero estoy seguro que lo conocía de algo. Me tendió la mano y yo con miedo la cogí. Me levantó y me puso a su espalda, me ayudó a salir de allí antes de que los demás muertos me encontraran. Cuando estaba a punto de salir de la fábrica, me dejó en el suelo y me miró fijamente a los ojos. Nunca olvidaré esos ojos blancos que parecían tener compasión por mí.
De repente, el zombi con los ojos rojos, salió de la nada dando un gran salto y nos pilló por sorpresa. Yo me fui como pude hacia mi coche, mirando hacia atrás vi como el zombi atacaba al que me había salvado la vida y lo mutilaba... ¡¡¡Con sus propias manos!!! Aterrorizado, me metí en el coche y salí a toda velocidad. Mientras conducía con un dolor horrible por todo el cuerpo, no dejaba de pensar en ese muerto que me acababa de salvar la vida y de cómo había sido salvajemente mutilado. De algún modo, ¿existen zombis buenos? Tengo que descubrirlo, nunca había visto nada así... claro, que nunca había visto más zombis que los de las películas.

No sé si me quedé dormido o no, pero el coche se me fue de las manos, perdí el control y acabé estrellándome contra una farola. Perdí el conocimiento por un momento y cuando volví en sí, vi como fuera de mi coche, decenas de zombis se acercaban.
No podía correr, mi espalda me dolía mucho y ahora llevaba una brecha en la cabeza. ¡Qué podía hacer! Sabía que debía llegar a mi casa porque en mi estado no sería capaz de derrotarlos, así que salí como pude del coche, a cinco de ellos no podría evitarlos, saqué mi hacha y me dirigí hacia ellos. No tenían costras, por lo que deduje que serían de los de primera fase, torpes y débiles. Pude con ellos sin problema, pero hubo demasiada sangre, nunca había hecho daño a nadie y eso me estaba superando. Escondiéndome por lugares y coches, llegué bien entrada la noche a mi casa. Allí prefiero no contarte como pude curarme, ya que de recordarlo se me pone mal cuerpo. Ahora estoy en la cama y como te digo, estoy  recuperándome.

Mañana no creo que salga, pero sí contestaré a tus preguntas. No te puedo decir de dónde soy por seguridad... digamos que del norte de España. Y supongo que querrás saber por qué sospechaba que en esa fábrica podrían haber respuestas a las preguntas que tenemos. Sólo puedo decirte de momento, que yo trabajaba allí, eso sí, no en ese área, pero había oído cosas inquietantes que ya te contaré.

Ahora estoy cansado, me alegro que estés bien, supongo que si conseguiste deshacerte de tu perseguidor, aprovecharías tu visita al hipermercado para hacerte con alimentos. Miguel ten cuidado, cualquier pregunta que tengas házmela saber. Y no bajes por el ascensor, es peligroso. Ve armado y no tengas miedo de enfrentarte a ellos, sobre todo a los de primera fase, destroza a los que puedas. Ten cuidado con los de la segunda fase y sólo enfréntate a ellos si no te queda más remedio o no puedes correr y esconderte. Y si son de la tercera fase... Espero saber de ti y mañana te comentaré más. Un saludo. Alberto. 

Capítulo 9- La quinta planta (Miguel)

Día 24 (madrugada): ¡No puede ser! Espero que estés bien. Por favor, escribe lo más rápido posible.
El mundo se está convirtiendo en un sitio muy peligroso para vivir...
Yo por mi parte (no me quito de la cabeza que te hayan descubierto) he estado dos días pensando en si volver a escribir o no, pues escribir es recordar, pero creo que es mi deber como ser humano compartir mis experiencias.

Como ya he contado, el pasado 4 de abril (día 21 tras el ¿apocalipsis?), decidí volver a salir. Iba armado con un cuchillo y una linterna y pensé que era mejor bajar por las escaleras que por el ascensor. Mi descenso iba bien, sin ningún sobresalto, hasta que llegué a la quinta planta, donde me pareció escuchar un leve gemido. Paralizado por el miedo, no sabía qué hacer, si seguir bajando las escaleras de manera sigilosa o acercarme a la fuente del sonido. Mi instinto me decía que no estuviera más tiempo en la quinta planta, pero algo en mi ser, posiblemente esa naturaleza curiosa que todos tenemos, me obligó a permanecer un rato más en la quinta planta y comprobar si realmente había escuchado algo o era una jugada de mi imaginación. Esperé dos minutos y cuando ya creía que me lo había imaginado todo, empecé a escuchar nuevamente gemidos. Supongo que mi necesidad por encontrar otros seres humanos me hizo hacer lo que hice. Me acerqué hasta la puerta "B" y la golpeé suavemente, acto seguido pregunté si había alguien y esperé respuesta. Todo cuanto obtuve fue silencio, pensé que igual era algún vecino que al igual que yo, estaba muerto de miedo y se había quedado paralizado por el mismo. Más animado, volví a llamar a la puerta, esta vez de manera un poco más enérgica y dije: -No se preocupe, soy su vecino del décimo A, no está solo.- Mi voz se perdió en el silencio y durante aproximadamente un minuto, estuve sin hacer ruido, (parece mentira en esas situaciones lo que se puede llegar a elucubrar). Ya decidido a marcharme pues había comprendido que no iba a conseguir nada, apenas había dado un paso, que un grito desgarrador e inhumano salió de la casa y sentí como algo o alguien corría hacia la puerta, horrorizado, un sudor frío atravesó mi cuerpo e hizo que, sin echar la vista atrás, bajara corriendo las escaleras como alma que lleva el diablo, sin preocuparme de si hacía ruido o no y sin asegurar la zona. Salí corriendo hasta la calle y lo que vi, hizo que el corazón me diese un nuevo vuelco.

A lo lejos pude contemplar como decenas de esos seres vagaban sin rumbo por mi avenida. Eran muchos más que la anterior vez, pero no tenía muchas opciones, o me dirigía hacia ellos, tal vez volvía y me enfrentaba a mi nuevo vecino o acababa siendo descubierto en mitad de la calle por alguno de ellos.
Con mucha sangre fría, decidí acercarme a un pequeño grupo de cinco zombis, formado por una mujer, un niño y tres hombres. Tenía miedo pero debía acercarme, acaso, ¿no era ese uno de los motivos por los que me había decido a salir de casa? Tenía que saber qué eran esos seres, tenía que ver cómo se comportaban y de alguna manera, acostumbrarme a ellos por si llegado el momento, por ejemplo cuando volviese a casa, me tenía que defender y no me quedase paralizado por el terror. Ocultándome tras unos coches que presentaban un inexplicable aspecto viejo, como olvidados años atrás en el tiempo, pese a llevar tan solo 21 días desatendidos, me iba acercando a mi objetivo. Algunos vehículos, tenían los cristales rotos y otros estaban tirados en mitad de la avenida, abollados y con las puertas abiertas. Puedo imaginar la escena, gente horrorizada huyendo de esos seres en sus coches, con la mala suerte de no poder esquivar a todos y quedándose tirados en mitad de la calzada sin ninguna posibilidad de sobrevivir... ¡Qué muerte más espantosa! Rodeado de zombis deseando acabar contigo. 

Cuando llegué a unos veinte metros de ellos, me oculté tras un deteriorado Nissan Patrol blanco, donde pude observar nuevamente esa mirada endemoniada, blanca, fría y perdida, que delata a un depredador atormentado por no hallar a su presa. Si alguna vez en el pasado habían sido seres humanos, mucho me temo, que ya no lo eran. Eso me hizo malpensar que, tal vez, muchos de ellos se lo merecían, lamentablemente estamos en un mundo donde lo bueno escasea y la maldad y el pecado es costumbre de vida, por algún motivo recordé lo malo y no reparé en pensar que muchos de ellos eran víctimas inocentes de un holocausto que estaba por ser explicado. 
Muchas teorías conspiranoicas pasaron por mí cabeza ¿Esto formaba parte de un macabro plan por parte de algún gobierno para acabar con el ser humano y así empezar de nuevo? Al fin y al cabo, en 2010 ya empezaban a salir cada vez más noticias en prensa sobre la escasez de alimentos en el mundo, la sobrepoblación del planeta y la devastadora crisis económica a la que nos habían llevado los gobiernos corruptos, la avariciosa banca y el caciquismo empresarial de las grandes multinacionales. De alguna manera nuestro planeta estaba enfermo, diversos terremotos en el 2011 como el que provocó el accidente nuclear de Fukushima en Japón, nos advertían que algo no iba bien en este mundo. La total falta de respeto del ser humano por los animales y el medio ambiente, la crueldad, el egoísmo, etc... habían devenido a esta situación. Parecía más una maldición divina, que la posible nueva barbaridad que el propio ser humano ha hecho sobre sus semejantes.

Mientras me perdía en mis pensamientos, no me di cuenta que uno de ellos se acercaba por mi espalda, hasta que un ensordecedor grito me hizo volver a la realidad. Cuando me di la vuelta con el corazón latiéndome en la garganta, descubrí a un mutilado zombi que se arrastraba por el suelo hacia mí. Le faltaban ambas piernas y se arrastraba sobre sus tripas. La escena no podía ser más bizarra y aterradora. Seguramente éste había sido víctima de algún atropello en una de esas huidas masivas. 
Su grito había advertido de mi situación a los demás y escapé corriendo como pude por una bocacalle situada a mi derecha. Observé que sólo uno de ellos me perseguía corriendo, los demás intentaban acercarse de manera torpe. Mi perseguidor, tenía costras por el cuerpo, no como el resto. Esto me hace pensar en lo que dijiste Alberto, este zombi se encontraba en su segunda fase de desarrollo y era bastante más hábil y de aspecto más agresivo que el de los demás. No quiero pensar como serán en su tercera fase...

Corrí hasta llegar a un hipermercado que tenía la mitad de las lunas reventadas...

De momento me paro aquí, estoy muy cansado y no me apetece seguir recordando, además, no sé si esto lo va a leer alguien. Estoy preocupado por ti Alberto, si supiera de tu situación iría a buscarte, pero ni siquiera nos hemos dicho de qué ciudad somos, en fin, espero que estés a salvo. Por mi parte, en cuanto me encuentre con más ganas seguiré escribiendo.

miércoles, 6 de abril de 2011

Capítulo 8 - Experimento Omega (Alberto)

Día 23 (mañana): Hola Miguel, espero que los ruidos que escuchaste no fueran nada y estés bien.
Yo he pasado muy mala noche y ayer no pude escribir. Estoy herido por esos seres, no por mordiscos, menos mal. Sufrí un accidente anoche cuando me perseguían por la fábrica. He encendido el portátil, pero no tiene mucha batería y tengo que estar atento de que no me vean. Por si no salgo de esta te cuento lo que pasó y te doy un poco de información. Acudí a la fábrica sobre las 5 de la tarde, ya que antes no pude porque fuera de la casa había muchos zombis y hubiera sido un suicidio salir. Decidí llevarme el coche (menos mal) e intentando no hacer mucho ruido conseguí llegar aquí sin llamar la atención. Una vez en la entrada y con unos grandes alicates, logré romper la verja y entré al patio de la fábrica. Fui a la puerta y rompí el cerrojo con un hacha que también llevé. Cuando entré, me puse una mascarilla, ya que el olor era inimaginablemente asqueroso, y me introduje dentro.

Estaba todo oscuro, sin una ráfaga de luz, así que encendí mi linterna y empecé a entrar por las habitaciones que pude. Durante unas tres horas todo fue tranquilo, escuchaba ruidos y tuve que esconderme un par de veces, pero nada peligroso, creo que era más el miedo mío que otra cosa.
No encontraba nada que me pudiera explicar lo que está sucediendo, eran más de las 8 de la tarde y la noche se me echaba encima. Decidí irme y volver otro día, pero cuando llegaba al pasillo que me conduciría a la salida del edificio, pude observar a tres de esos seres, allí, de pie, como si estuvieran esperándome. Me di cuenta de que dos de ellos no tenían ninguna costra por la cara o brazos, pero el tercero sí. Los tres tenían los ojos blancos, la verdad, daban mucho miedo. Así que muy despacio comencé a irme para atrás, sin quitarles la mirada. Empecé a escuchar gritos desgarradores de esos zombis y de muchos más, el miedo se me apoderó y no podía pensar. Llegué al final de un pasillo a oscuras, la puerta no se abría y decidí romperla con el hacha. Supongo que por el ruido o por lo que sea, los tres zombis llegaron poco después a la misma habitación. Cuando entré encendí la linterna y encontré unos papeles en los cuales se leía "Experimento Omega". Empecé a leer por encima, creo que en esos papeles pone cosas muy interesantes sobre lo que está pasando. Escuché como esos tres seres atravesaban la puerta y metí los papeles en la mochila. No tenía dónde esconderme y me los encontré de frente. Cogí mi hacha desesperado y decidí pelear por mi vida.
A los dos primeros fue fácil darles en la cabeza con el hacha, pero el último, el de las costras, tenía mucha más fuerza, cuando en plena adrenalina al ver que podía derrotarlos me abalancé sobre él, éste se me quitó de encima proporcionándome un empujón del cual salí varios metros volando, al caer me hice una herida profunda en la pierna, ¡Dios, qué dolor! No recuerdo muy bien cómo, pero no dejé que me mordiera, me costó muchísimo vencerle. También te digo que si me hubiese venido otro como él, no lo hubiera conseguido.

Cuando me volví a quedar solo, eso sí, sin quitar el ojo de los tres cuerpos por si se movían, me hice un torniquete y durante unos minutos me quedé inmovilizado, intentando que el dolor se pasara un poco, tenía que darme puntos en la pierna, pero para eso debía irme a casa. Leí un poco más las hojas y vi algo que me sorprendió, te digo. Hay tres fases de esos seres por si te encuentras con ellos, te lo cuento así por encima. La primera fase y más débil, son los que no llevan costras, esos no lo dudes, enfréntate a ellos porque están haciendo el cambio y son más débiles. En la segunda fase, llevan parte de la cara con costras y en el cuerpo, como el último que me atacó. Su fuerza se incrementa por 5 o 6, y créeme, son difíciles de derrotar. Pero la tercera fase (yo aún no he visto ninguno) llevan el cuerpo y cara totalmente con costras, sus ojos son rojos, inyectados en sangre y su fuerza es, según los papeles, todavía no demostrada, pero te doy un consejo, no te hagas el héroe si te encuentras a alguno así.
Empecé a escuchar detrás de mí esos gritos, metí los papeles en la mochila y salí corriendo como pude, ahora sí que el miedo me había vencido, sólo pensaba en llegar al coche, no quise mirar para atrás, no quería saber cuántos me seguían, pero no tuve cuidado donde apoyaba el pie y caí al piso de abajo por una grieta.
Perdí el conocimiento y he despertado hace poco rato. Llevo la pierna mal, heridas por todo el cuerpo y no sé si voy a salir de aquí. Lo peor es que la mochila con los papeles se ha quedado en el piso de arriba, si puedo la recuperaré, pero ahora sólo pienso en salir de aquí y llegar a mi casa.
Se me olvidaba... espera un momento, escucho algo. Tengo que salir de aquí ¡¡¡Me han encontrado!!!

martes, 5 de abril de 2011

Capítulo 7- Enfrentándome a mis miedos (Miguel)

Día 22 (madrugada): Son las 2.30 de la madrugada y acabo de regresar de la calle.
Todo empezó esta tarde mientras jugaba a la consola, una idea rondaba mi cabeza y me iba consumiendo por dentro, "tienes que salir de casa, tienes que salir de casa" me repetía una y otra vez. Supongo que mi subconsciente caló lo que me dijiste. Tras una hora jugando, más o menos, decidí coger un papel y un boli y apuntar los pros y los contras de salir de casa:


Sabía que tenía que enfrentarme a mis miedos, pues sin duda era inevitable encontrarme con esos monstruos tarde o temprano, al fin y al cabo, ¿quién me dice que en mi edificio no hayan de ellos o que algún día sean capaces de entrar y me quede atrapado dentro? (tiemblo al pensarlo), por otro lado, sigo teniendo la esperanza de encontrar con vida a mis seres queridos, pero el riesgo de morir devorado me aterra. Otro problema es, que tarde o temprano se me acabarán los alimentos y medicamentos, por lo que realmente mis opciones serán morir por desnutrición o por alguna enfermedad, o bueno, si lo que nos acecha ahí fuera realmente son zombis y consiguen alcanzarme, mi otra opción será vivir eternamente convertido en uno de ellos. Si lo pienso hay tantos pros como contras, pero el verdadero motivo por el que me decidí a salir de casa, fue sencillamente, sentirme libre. Creo que ese es uno de los sentimientos más importantes y profundos del ser humano, la libertad. 

Serían poco más de las 6 de la tarde cuando me decidí a salir, iba únicamente armado con un cuchillo de cocina, una linterna, mis vaqueros y mucho miedo.  Antes de abrir la puerta miré por la mirilla... no había nadie. Como vivo en un décimo, quise coger el ascensor, pero una idea atravesó mi mente; "Si hay un corte eléctrico, te quedarás atrapado en el ascensor para siempre", así que pronto descarté la idea y me asomé por la escalerá para observar que 10 plantas más abajo no hubiese nadie. No me atreví a encender la luz de la escalera... igualmente con la luz del sol entrando por los patios de luces, aunque tenue, era suficiente. Poco a poco y sigilosamente, empecé a descender por las plantas, ni de casa de la ruidosa familia Castro del noveno, ni de sus ancianos vecinos, se percibía sonido alguno. En la octava planta más de lo mismo, así hasta llegar a la quinta planta donde me pareció escuchar un ligero gemido... 

Los tranquilizantes que me he tomado están haciendo efecto y no puedo seguir escribiendo, en cuanto me sienta con fuerzas para seguir escribiendo, te seguiré contando. Buenas noches.

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